Cuatro movimientos estudiantiles surgieron en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) entre 1986 y 1999. Mientras que en algunos casos los movimientos lograron articular una respuesta inmediata y numerosa, en otros tardaron varios meses para realizar su primera protesta y contaron con muy poca participación. En este capítulo propongo que la variación en la velocidad con que un movimiento estudiantil resuelve su dilema de acción colectiva e inicia sus acciones de protesta, y la cantidad de gente que respalda estos primeros actos, es explicada por la existencia o no de una masa crítica de activistas.