¿Tasas o número absoluto de homicidios? En este caso da casi igual

Este texto es una colaboración que escribí para Nexos.

Hace unos días hubo un breve pero intenso debate en redes sociales por la forma en que Reforma reportó el cambio en el número de homicidios en el primer trimestre de 2019 respecto al mismo trimestre de 2018. El punto central en disputa es que este medio –al igual que, cuando menos, Animal Político, El Universal y Milenio1 calcularon el incremento usando números absolutos, en lugar de tasas por cada 100 mil habitantes.

Si bien entiendo el fondo de la crítica (la necesidad de controlar por cambios poblaciones), en este texto propongo que para este caso en particular, la diferencia entre usar una y otra variable es mínima. Sin importar cuál de las dos se elija, los siguientes cuatro puntos son ciertos:

  • El primer trimestre de 2019 tiene el nivel más alto de carpetas de investigación por homicidio doloso para cualquier primer trimestre desde, cuando menos, 2015.

  • El incremento interanual entre el primer trimestre de 2018 y el primer trimestre de 2019 es positivo y mayor a 8.5%.

  • El incremento interanual 2018-2019 es el más pequeño de los últimos cuatro períodos; la desaceleración comenzó un año antes. Y:

  • Al menos para el primer trimestre de los últimos cinco años, el cambio interanual del número de homicidios es un buen proxy del cambio interanual en la tasa trimestral.

Comienzo explicando cómo se calculan las tasas y por qué son útiles.

Supongamos que el municipio A tiene 240 mil habitantes y en él se registraron 240 homicidios a lo largo de 2018. Para calcular la tasa anual debemos dividir la frecuencia absoluta de homicidios (240) entre el tamaño de la población (240 mil) y multiplicar el resultado por 100 mil.2 En este caso hipotético, la tasa de homicidio por cada 100 mil habitantes sería de 100.

El resultado de esta simple operación aritmética ofrece una ventaja significativa sobre la cifra absoluta: nos permite comparar la frecuencia de un evento (p. ej., homicidios, casos de cólera, etc.) (i) entre grupos poblacionales de diferente tamaño; o bien, (ii) en un mismo grupo poblacional cuyo número de habitantes aumentó o se redujo significativamente a lo largo del tiempo.

La diferencia entre usar número absoluto o tasas puede ser sustantiva y relevante. Por ejemplo, en marzo de 2019 Puebla y Morelos registraron 100 y 82 carpetas de investigación por homicidio doloso, respectivamente. En términos absolutos, la cifra de Puebla es casi 20% mayor que la de Morelos. Sin embargo, la tasa por cada 100 mil habitantes de Morelos es 165% más grande que la de Puebla: 4.05 y 1.53, respectivamente.3

Sin embargo, cuando comparamos temporalmente las cifras de homicidios en una unidad geográfica del tamaño de un país (en el caso que nos ocupa, México), y la población de esta unidad cambió relativamente poco a lo largo del período considerado (de acuerdo con cifras de Conapo, el crecimiento poblacional entre 2018 y 2019 será menor al 1%), la diferencia entre usar número absoluto o tasas es menor.

Así lo confirman los datos. La siguiente gráfica muestra el número absoluto de carpetas de investigación acumuladas en el primer trimestre de cada año entre 2015 y 2019. Estas fueron las cifras que usaron Reforma y otros medios.

La gráfica muestra un crecimiento continuo del número de carpetas de investigación en el primer trimestre de los últimos cinco años, hasta llegar su máximo en el primer trimestre de 2019 con 7,242.

Como muestra la gráfica a continuación, el patrón es muy similar si lo que se analiza es la tasa trimestral anualizada por cada 100 mil habitantes de carpetas de investigación por homicidio doloso: la tasa ha crecido de forma ininterrumpida desde el primer trimestre de 2015, hasta llegar a su punto más alto en el período enero-marzo de 2019.

Y si la comparación es sobre el cambio interanual de ambas variables en el primer trimestre de cada año, la tendencia es prácticamente la misma. El mayor incremento se dio entre el primer trimestre de 2016 y 2017, cuando el número de carpetas de investigación por homicidio doloso pasó de 4,360 a 5,697, y la tasa aumentó de 14.21 a 18.37.

En los siguientes dos períodos el crecimiento interanual ha sido positivo, pero con un menor ritmo. De hecho, la mayor desaceleración se registró entre el primer trimestre de 2017 y el primer trimestre de 2018. En el último período graficado (1T ‘19 vs 1T ‘18) el número absoluto de carpetas de investigación por homicidio doloso aumentó 9.74% y la tasa lo hizo 8.66%.

En suma, si bien es indispensable usar tasas cuando se compara la ocurrencia de un evento en grupos con tamaños poblacionales muy diferentes, o bien un solo grupo cuya población cambió de forma significativa en el tiempo, cuando la comparación es respecto a un solo grupo cuya población cambió relativamente poco en el período analizado, el uso de números absolutos es un buen proxy de las tasa.

En esta liga puedes consultar el repositorio con los datos y el código usado para este análisis.


  1. Mientras que Reforma y Milenio usaron los datos de carpetas de investigación por homicidio doloso, Animal Político y El Universal, reportaron el número de víctimas.

  2. Aunque las tasas por cada 100 mil habitantes suelen ser el estándar en temas de violencia, en otras disciplinas es común usar tasas por cada mil o 10 mil habitantes.

  3. Tasas calculadas con la proyección poblacional a mitad de año de Conapo para 2019